Le HuffingtonPost, 5 février 2015, Strade, 6 février 2015
Con el fondo del recrudecimiento de los combates en Ucrania estamos asistiendo a una multiplicación de indicios de división en el seno de la Unión europea. En el curso de las últimas semanas el primer ministro húngaro ha anunciado su apoyo al nuevo proyecto de gaseoducto que conectaría Rusia con Turquía y al cual los europeos serían invitados a acoplarse, renunciando de esta manera a las conexiones a través de Ucrania. Por otra parte Víctor Orban se prepara para recibir próximamente al presidente ruso en Budapest. También Miloš Zeman continúa exhibiendo su discrepancia, sosteniendo mordicus que el Kremlin no está implicado en Donbass. Francia, por su parte, ha llevado a cabo negociaciones bilaterales con Rusia para restablecer las exportaciones de carne porcina suspendidas desde después del boicot ruso a los productos provenientes de la Unión europea. Robert Fico, el primer ministro eslovaco no se desvía de una postura de cierta comprensión hacia Moscú, mientras Sofia está sometida a una enorme presión, a causa principalmente de las importantes inversiones rusas en Bulgaria. Mucho mas inquietante es que la llegada al poder de Syriza y del Partido de los Griegos independientes (ANEL) ha iluminado crudamente la extensión de los lazos tejidos entre personalidades de primer plano de esos dos partidos y personalidades rusas conocidas por el papel importante que juegan en la puesta en práctica del proyecto imperial de Vladimir Putin. Lire la suite