Carta abierta: Presidente Biden, así es como puede mantener su legado de apoyo a Ucrania

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Excmo. Sr. Presidente:

Mientras las ciudades ucranianas continúan siendo el objetivo de misiles y drones del ejército ruso, con consecuencias desastrosas y mortales para la población civil, y mientras muchos soldados ucranianos siguen desprotegidos ante las terribles bombas planeadoras lanzadas desde Rusia, nos tomamos la libertad de apelar a usted

Somos plenamente conscientes de que, en tanto que Presidente del único país de la coalición occidental capaz de aportar una respuesta creíble y convincente a cualquier huida hacia delante del régimen de Moscú, ha tenido el cuidado desde el inicio de la guerra de evitar cualquier escenario que pudiese derivar en una escalada.

En unos meses se cumplirán tres años desde que se produjo la invasión rusa a gran escala del territorio ucraniano. Ahora nos resulta evidente que, tanto por razones militares como políticas, ya no es probable que este peor escenario reporte ventaja alguna a los dirigentes de Moscú. Más bien al contrario.

En lo relativo a la cuestión del futuro de Rusia tras su derrota en Ucrania, la actual estructura de poder no deja lugar a dudas. La estructura de poder de los silovikí se reorganizará en torno a los primeros componentes del sistema político-mafioso que comprendieron que les convenía acabar con el experimento de Putin para salvar todo aquello que pueda ser salvado.

Con todo, consideramos que sigue habiendo un riesgo considerable de escalada, si bien este se ha trasladado a Asia. Al igual que Mao esperó a que el Kuomitang se debilitase en su lucha contra las tropas japonesas antes de iniciar la Larga Marcha, Xi Jinping está esperando pacientemente a que el aparato militar ruso colapse.

Por lo tanto, desde este punto de vista, cualquier procrastinación por parte de Occidente solo retrasaría la inevitable derrota y reforzaría los planes imperialistas de la República Popular de China; no solo en relación con Taiwán y Filipinas, sino también en el extremo oriente ruso, particularmente en los territorios de Manchuria exterior, anexionada por Rusia en el siglo XIX y clave para acceder al mar del Japón.

Por estos motivos, creemos que el liderazgo que ha demostrado desde la invasión rusa del 24 de febrero de 2022 se vería mancillado si, en los últimos meses de su mandato, no revitalizase la coalición occidental mediante su apoyo a las siguientes medidas:

● la abolición de las restricciones al ejército ucraniano de utilizar armamento de Occidente con el fin de neutralizar objetivos militares y logísticos en territorio ruso;

● el abastecimiento, incluyendo el respaldo financiero de otros países del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania, de 300 tanques Abrams y 1000 vehículos de combate de infantería Bradley retirados del servicio;

● la creación dentro de la OTAN (basándose en el modelo del CoCom de la Guerra Fría) de una estructura para controlar la exportación de armas y tecnologías de doble uso a Rusia, China, Irán, Corea del Norte, Bielorrusia y Azerbaiyán;

● la ampliación de la OTAN para incluir a Japón, Australia, Corea del Sur y Filipinas, así como a cualquier otro país democrático que, como Argentina, exprese el deseo de adherir.

Agradeciéndole de nuevo su liderazgo, rogamos acepte, señor Presidente, nuestras más altas consideraciones.

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